Temporada de pileta: ¿Cómo hacer para que luzca impecable?

Falta poco para el verano, pero las altas temperaturas ya comenzaron a sentirse. En los días de calor, casi todos disfrutamos de poder darnos un buen chapuzón en la pileta de casa. Para que la diversión no se transforme en disgusto, es necesario un mantenimiento de la piscina antes, durante y después de su uso. 

Esta acción es muy importante, ya que el agua es un medio ideal para la reproducción de bacterias, hongos y microorganismos, responsables de enfermedades e infecciones. Grupo Edisur te cuenta algunas recomendaciones para mantener una correcta higiene y evitar problemas a futuro.

No vale sólo con limpiar la piscina una semana antes de que vayamos a usarla. Para tener la pileta en las mejores condiciones, debemos cuidarla durante todo el año. Esto evitará que durante los meses que no la usamos proliferen insectos, se formen hongos y que los restos de hojas se acumulen en el fondo manchando la pintura y dificultando la limpieza. 

Una pregunta frecuente es: ¿Dejarla llena o sacar el agua? Los especialistas recomiendan vaciar completamente el natatorio cada 2 o 3 años, pero no dejarla mucho tiempo así, para evitar daños en las paredes. Este periodo coincide con la vida útil de la pintura, que es conveniente renovar para evitar el deterioro. 

El correcto funcionamiento de la bomba y el filtro de la pileta es lo primero que tenés que chequear antes de dar inicio a la nueva temporada. Si han pasado mucho tiempo en desuso, es probable que algunos residuos puedan provocar fallas en su funcionamiento.

Además, debés limpiar en profundidad cada uno de los elementos del sistema depurador de agua, como el skimmer, el atrapapelos de la bomba y el limpiafondo. En invierno, se recomienda realizar esta tarea al menos una vez al mes, mientras que durante el verano es necesario realizarla semanalmente.

Si no mantuviste adecuadamente la piscina durante los meses de frío, deberás probar con una buena dosis de productos limpiadores y luego cepillar paredes y fondo para quitar las adherencias. Si este proceso no funciona, no tendrás más remedio que vaciarla. En ese caso, se recomienda usar un limpiador desincrustante y enjuagar con agua, evitando las hidrolavadoras que pueden dañar la estructura.

Si la pileta permaneció llena y con los cuidados adecuados, se recomienda pasar un barrefondo por el piso y las paredes para absorber la suciedad que pudiera haberse acumulado. 

Una de las formas más comunes para mantener el agua desinfectada es la aplicación de cloro. El problema está en la toxicidad del mismo y el cuidado que debemos tener en aplicar la cantidad justa para evitar alergias en la piel o ardor en los ojos. 

El tratamiento comienza a realizarse cuando se llena la pileta, y la dosis depende del volumen de la misma. La sugerencia es aplicar un litro de cloro por cada 20 mil de agua, que es lo que suele tener una piscina de 6 x 3 metros. Se puede complementar con una boya dosificadora, que contiene pastillas triple acción con cloro, alguicida y clarificador.

En cambio, el ionizador para piscinas sirve para desinfectar el agua a través de iones de cobre. Su utilización permite reducir el empleo de cloro en un 90 por ciento y el de alguicidas casi en su totalidad. 

Este aparato funciona con energía solar, por lo que no requiere el uso de pilas o baterías, ni ningún tipo de vigilancia adicional. Como funciona de manera autónoma, solo es necesario revisar los electrodos para limpiarlos cada quince días.

Aunque el sistema de ionización tiene importantes ventajas, requiere que el agua se mueva constantemente. Por este motivo, debes tener prendida la bomba durante todo el día para asegurar que el agua siempre esté desinfectada y que los contaminantes no tengan la oportunidad de acumularse. 

Finalmente, es fundamental que actives a diario el sistema de filtrado para que el agua recircule y se oxigene. Una pileta de 20 mil litros, con una bomba estándar, precisa ser filtrada durante unas tres horas. 

Sin una correcta oxigenación, los productos químicos que utilices no van a dar el resultado esperado y la piscina se volverá un lugar propicio para el desarrollo de diferentes bacterias.